Una de las fotografías que más me gustan es intentar capturar una libélula al vuelo. Podréis pensar que ello es muy difícil, pero veréis que no es tan complicado.
Muchas especies tienen una especie de patrón de vuelo. Por ejemplo, la Anax imperator (una de las mayores libélulas de Europa) patrulla su zona como si de un centinela se tratase. En algún momento de su vuelo se llega a quedar casi inmóvil en el aire, con lo que es el momento de disparar. Ese vuelo cernido, suele durar muy poco, con lo que es necesario un autofocus rápido. La focal necesaria debe andar sobre el 300…
La historia de la primera es la siguiente:
Cuando estaba haciendo fotos a unas mariposillas, de refilón veo una especie de estanque para patos y una libélula que estaba patrullando el estanque. El estanque debía medir unos 10-15 m de largo por 3-4 m de ancho. Y me digo, caray, a ver si la pillo posada…
Dejo las mariposillas y veo como actúa la libélula. Era muy curioso porque parecía un centinela haciendo la ronda. Se paseaba a lo largo del estanque una y otra vez. Y de repente se queda parada en el aire y a los dos segundos vuelta a a la ronda. Pues a lo largo de una hora (más o menos) conseguí hacer unas 25 fotos, de las cuales las cuatro que veis son las más potables. Ah, fotos una una, sin células, flashes ni ráfagas…
La distancia de disparo dependía de la joía libélula, que a veces se paraba en el aire pero a 4 o 5 metros. Pero a veces se detenía a menos de un metro, en las fotos que veis andaría por los 50 cm. Lo malo es cuando detectaba a otra libélula y entonces las veías por toda la zona a tortas (o a besos, no lo sé) unos cuantos minutos hasta que volvía a su zona.
Datos técnicos de la 1ª (F/8, 1/2000, compensación expos. -0.6, ISO 800), ligeramente reencuadrada y retocada con el PS (niveles, ruido, etc).
Os dejo unas cuentas imágenes:
Saludos.